Tres de la tarde. Luego de entrar al Parque de
Señor, ¿Dónde está la degustación de Pisco?, no veo a nadie, es que ya se fueron todos? - Tiene que cruzar señorita, allí están- me respondió un poco extrañado. Solo veía a lo lejos gente que iba y venía, pero vaya!, sólo tenía que cruzar como había pensado, pero tenía que asegurarme. Aquella preocupación por encontrarlo me había dejado ligeramente desesperanzada antes de intentar siquiera buscarlo. Sin embargo estaba decidida a todo y rodeé el lago hasta llegar a él. Y llegó el momento, lo vi, el resto no importaba para nada, sólo me acerqué y sentí su aroma. Lo probé e instantes después había desaparecido. Fue el primero y el último. Pobre cabeza. Tarde me di cuenta que nunca aprendí a tomar, tal vez nunca iba a terminar la degustación de Pisco Souer hasta quedar ebria o en bancarrota, tal vez sólo quise olvidarlo por este dulce encuentro. Sólo duró un instante, no sé si sería el Pisco Souer de sabor perfecto, pero créanme que realmente valió la pena.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Escriba su comentario de manera respetuosa y siempre será bienvenido.